martes, enero 23

El escondite de Dios.

En una pequeña aldea, un hombre contemplaba un pozo. Se acercó un niño:

– ¿Quién está ahí dentro? - preguntó el pequeño
– Dios.
– ¿Dios está escondido dentro de este pozo?
– Sí.
– Quiero verlo -dijo el niño con curiosidad.

El viejo lo levantó y le ayudó a apoyarse sobre el borde del pozo. Reflejado en el agua, el niño pudo ver su propio rostro.

– Pero si soy yo -gritó-.
– Eso mismo -dijo el hombre, volviendo a colocar delicadamente al niño en el suelo-.

– Ahora ya sabes dónde está escondido Dios.

Nota: es muy similar al de donde se esconde la felicidad, pero no está de más recordar este tipo de cosas.


Tomado del blog de ANGELMARIA

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1 comentario:

Anónimo dijo...

qué bello, es verdad.