sábado, agosto 3

Jesús, la razón y la fe.

La imagen que cada uno de nosotros tiene de Jesús es muy personal, podríamos decir que hasta íntima. Por muchos años se consideró sacrílego hacer cierto tipo de especulaciones acerca de la vida de Jesús en vista de que el dogma de fe que se enseña es que Jesús es el hijo de Dios que encarnó hace 2.000 años en el hijo de una virgen en Nazaret, murió crucificado y resucitó al tercer día, para luego ascender en cuerpo y alma a los cielos.   Dudar de lo que nos dice el Nuevo Testamento en relación a Cristo era pues una afrenta a la iglesia católica.

Hoy en pleno siglo XXI es difícil no hacerse ciertos planteamientos al respecto ¿es enteramente cierto lo que se cuenta en los evangelios, o por el contrario hay en la historia un gran contenido simbólico? Sería más fácil aceptar que no hay un gran contenido de metáforas en la historia y que estamos al frente de hechos irrebatibles que deben ser tomados como dogmas de fe. Muchas han sido las interpretaciones de la figura de Jesús y sería casi que imposible enumerarlas todas.

Una visión histórica de Jesús nos permite ver que realmente existió como hombre en la época en la que relatan las escrituras, el marco histórico es plenamente comprobable, e incluso la arqueología ha identificado muchos de los lugares que sirvieron de escenario a la vida de Cristo, pero lo convincente de todo es que su mensaje, el cual por cierto transmitió en forma verbal pues no se conoce ningún escrito suyo, ha trascendido ya por más de veinte siglos y ha servido de  base moral a la civilización occidental.

No creo equivocarme si digo que el mensaje es tan importante que la persona que lo transmite, Jesús es el mensajero, el mensaje es el amor entre los hombres como base  de la existencia: "amaos los unos a los otros". Pero hay otro mensaje en la persona de Jesús es el sacrificio por la causa de la salvación de la humanidad, pero ¿salvación de que? Salvación del castigo divino, que no es otro que el tormento que experimentamos cuando damos la espalda a Dios, cuando el amor no está presente en nuestra manera de obrar.  Leonardo Boff nos dice que "La palabra es la misma persona, porque la persona es, esencialmente, comunicación." 

Esto nos lleva a reflexionar ¿está allí el misterio de la resurrección? ¿Cristo resucita hecho palabra? Lo cierto es que palabra de Cristo da origen a un gran movimiento universal, el cristianismo, que también es conocido como la religión del amor. No considero tener la suficiente autoridad intelectual para rebatir los dogmas que profesa la iglesia, hoy día hay suficiente libertad para creer o para dudar, pero hay algo irrebatible, el mensaje, las palabras atribuidas a Jesús han perdurado por más de dos mil años y sobre ellas se ha construido una civilización y esto pienso  que es un  cimiento suficiente para construir  la fe, la cual no necesariamente pasa por aceptar como racional lo que es irracional, se puede creer siendo racional. 

No hay comentarios.: