sábado, julio 13

Historia de la arepa.

Hoy quiero hacer un homenaje a la arepa., compañera de las mañana y a aveces también de las noches, conocida y deguastada a diario en Venezuela y en buena parte de Colombia, de ella hay referencias históricas desde los años 1.500 cuando los. Primeros geógrafos publicaron las primeras obras e Europa sobre el nuevo continente, Galeotto  Cei en su obra Viaje y descripción de las Indias, escrito entre 1539 y 1.555 contaba sobre  las arepas de la siguiente  manera: 

 "Hacen otra suerte de pan con el maíz a modo de tortillas, de un dedo de grueso, redondas y grandes como un plato a la francesa, o poco más o menos, y las ponen a cocer en una tortera sobre el fuego, untándola con grasa para que no se peguen, volteándolas hasta que estén cocidas por ambos lados y a esta clase llaman areppas y algunos fecteguas."Hacen otros panes pequeños y redondos, que los cuecen bajo las brasas y a estos llaman "abotzos", así lo han aprendido a hacer de nosotros en ciertos anafes de barro."

La etimología de la palabra deriva de la voz erepa que en la lengua de los cumanagotos traduce maíz, no dudamos que ellos hacían otros productos derivados de este cereal, pero resulta lógico que llamasen así a su pan.  Una observación sobre la ortografía que usa Cei escribiendo areppa con doble p, nos da la idea de la pronunciación original sobre el vocablo. Sobre los nombres fectegua y Abotzo no tenemos otra referencia que la del explorador italiano. Sin embargo hay otra teoría respecto al origen de la palabra, en el oriente de Venezuela la plancha o budare en la que se asan las arepas es conocida tanbién con el nombre de airpo, algunos estudiosos dicen que de allí podría derivar el nombre de esta torta redonda de maíz. 

Obviamente podemos asegurar que la arepa  fue base de la dieta de los primeros habitantes del continente ya que, con distintos nombres es conocida y consumida desde México hasta Bolivia en distintas formas y con distintos nombres, en Colombia se conocen más de setenta variedades de arepa, desde la tradicional antioqueña, planas y sin sal hasta las famosa arepas  de la costa atlántica que se rellena con huevo durante el proceso de fritura, también están la de maíz tierno (choclo), en Santander del Norte también se conocen como tostadas y se sirven rellenas como en  las areperas de Venezuela. 

Venezuela es hoy por hoy el país que más arepas per capita consume, gracias entre otras cosas a una gran industria de harina precocidad que se desarrolló desde los años sesenta del siglo pasado y de la venta en restaurantes especializados donde las ofrecen con gran variedad de rellenos. No es exacto decir que en Venezuela sólo se consume la arepa rellena. En los Andes se utiliza como pan al igual que en Colombia, también se hacen de trigo, especialmente en Mérida y Táchira, siendo las merideñas sal aladas y las tachirenses dulces. En Lara y en los llanos de Venezuela se consumian tradicionalmente las arepitas dulces, aliñadas con anís en la época de diciembre como desayuno después de las misas de aguinaldo.

El origen de la arepa  podemos afirmar  venezolano, al menos el de la voz que da nombre a la tradicional receta, aunque se conozca con el mismo nombre en Colombia y en Panamá. Respecto a las  tortilla  en  México y Centro America, mis conocimientos gastronómicos no llegan hasta allá para diferenciarlas de las arepas, sólo se que nuestra querida amiga Sonia Cerna, hondureña de nacimiento preparaba unas muy ricas hechas con la misma harina usada para preparar las arepas, más delgadas y más tostadas.

Como dato curioso,  desde el siglo pasado la arepa es parte de la dieta en las Islas Canarias, esto como consecuencia de la influencia de los migrantes canarios a Venezuela y el retorno a las islas de estos y sus descendientes, hoy día la arepa se está popularizando en los Estados Unidos y en España dada las oleadas de venezolanos y colombianos que han llegado a esas tierras buscando nuevos horizontes, hoy no es raro ver areperas en Miami, New York, Madrid o Barcelona, por ahora sus delicias son consumidas mayormente por los latinoamericanos que allí habitan, no sabemos si en unos años conquiste nuevos mercados, como lo han hecho las tortillas, los tacos y las enchiladas. 

Casualmente el día que estamos publicando este post escuchamos a Valentina Quimtero y Miguel Delgado Estévez relatar  en su programa radial "Cuentos de Camino"  algunas historias referidas a las arepas coincidiendo en buena parte con lo que escribimos hoy, me llamó la atención que señalaron que el llamado pacificador, que no era otro que el sanguinario general español Pablo Mirillo habría dicho en el siglo dieciocho que " “Todo lo puedo pasar en esta tierra, menos esas perrísimas tortas de maíz que llaman arepas, que sólo se han hecho para estómagos de negros y de avestruces”. 

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