Entendemos que el nuevo canal Nuestra Tele Noticias 24 Horas quiere ser un canal internacional a la altura de las cadenas internacionales, esos nos parece excelente, es el avance de los medios en Latinoamérica hacia una estructura de información propia.
En cierto modo es una respuesta a la penetración de CNN y Telesur, la primera representante de los intereses de los empresarios norteamericanos, la segunda de un proyecto ideológico que trata de imponerse desde Cuba Venezuela.
NTN24, como ha comenzado a llamarse el nuevo canal representaría un grupo emergente, radicado en Colombia y con influencia en toda America, esto es tan legítimo como los otros dos ejemplos, pero hay algo que no termina de encajar: la intención de esconder el origen de la señal a la hora de hacer referencia a Colombia.
No sabemos si se trata de una estrategia o de el complejo de no estar generando la programación desde una de las grandes capitales del mundo, pero los locutores de NTN24 al referirse a Colombia hablen de “ese país” en lugar de “nuestro país” y cuando en un insert identifican a algún parlamentario colombiano invitado escriben “Parlamentario latinoamericano” en lugar de “Parlamentario colombiano.”
Sabemos que en el fondo la operación del nuevo canal es simplemente comercial, pero dudamos que los artífices de la programación no tengan entre sus objetivos difundir el pensamiento de los colombianos y colocar al país en el plano internacional y resultaría menos chocante que asumieran que Bogotá es una de las principales ciudades del continente y que los parlamentarios colombianos están en capacidad de generar sus propias opiniones sin que quienes les entrevistan traten de ocultar el hecho que son colombianos.
El sabroso acento antioqueño de mi tocayo Luis Fernando Restrepo, o el muy bogotano de la atractiva presentadora Soraya Yanine en La Mañana no pueden esconderse, ni tampoco le quita mérito alguno a los programas que realizan. Digan adiós a los complejos y asuman con orgullo que son colombianos.
En cierto modo es una respuesta a la penetración de CNN y Telesur, la primera representante de los intereses de los empresarios norteamericanos, la segunda de un proyecto ideológico que trata de imponerse desde Cuba Venezuela.
NTN24, como ha comenzado a llamarse el nuevo canal representaría un grupo emergente, radicado en Colombia y con influencia en toda America, esto es tan legítimo como los otros dos ejemplos, pero hay algo que no termina de encajar: la intención de esconder el origen de la señal a la hora de hacer referencia a Colombia.
No sabemos si se trata de una estrategia o de el complejo de no estar generando la programación desde una de las grandes capitales del mundo, pero los locutores de NTN24 al referirse a Colombia hablen de “ese país” en lugar de “nuestro país” y cuando en un insert identifican a algún parlamentario colombiano invitado escriben “Parlamentario latinoamericano” en lugar de “Parlamentario colombiano.”
Sabemos que en el fondo la operación del nuevo canal es simplemente comercial, pero dudamos que los artífices de la programación no tengan entre sus objetivos difundir el pensamiento de los colombianos y colocar al país en el plano internacional y resultaría menos chocante que asumieran que Bogotá es una de las principales ciudades del continente y que los parlamentarios colombianos están en capacidad de generar sus propias opiniones sin que quienes les entrevistan traten de ocultar el hecho que son colombianos.
El sabroso acento antioqueño de mi tocayo Luis Fernando Restrepo, o el muy bogotano de la atractiva presentadora Soraya Yanine en La Mañana no pueden esconderse, ni tampoco le quita mérito alguno a los programas que realizan. Digan adiós a los complejos y asuman con orgullo que son colombianos.
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