sábado, noviembre 22

Inclemencias del tiempo.

El pasado jueves me tocó sufrir en carne propia la inclemencia del tiempo. Hacia unos cinco o seis días había ocurrido algo similar, pero mas localizado, concretamente en el kilómetro 703 de la carretera trasandina y en toda el área denominada El Sinaral del Municipio Andrés Bello del Estado Táchira.

Desde San Cristóbal se veía un nubarrón impresionantemente denso, de color negro, en el sitio un fuerte aguacero que no duró mas de media hora hizo abundar una pequeña quebrada que tiene varios años con un cauce mínimo, la fuerza de la creciente arrastró rocas de gran tamaño e hizo que en el pequeño puente del paso de la carretera trasandina las aguas se desbordaran dejando un lodazal de color rojo junto con rocas del mismo color sobre la vía.

La pequeña casa de Jesús Pernía, construida al borde de la quebrada sufrió el embate del agua y una de sus paredes exteriores quedó tapada hasta una altura de poco mas de un metro. Gracias a Dios no estaban en casa ni su esposa ni sus hijos, pues quienes oyeron el ruido de la quebrada y las rocas que arrastraba quedaros impresionados.


Pero lo del jueves fue peor, nuevamente la nube negra se hizo presente, un fuerte aguacero cayó sobre las Vegas de Táriba cuando me dirigía a el Sinaral, al llegar a Cordero la lluvia había mermado, mi primera gran sorpresa fue al llegar al puente de La Cordera, la fuera del agua en la quebrada era impresionante, el cause de esta estaba multiplicado por veinte, de nuevo el color rojo y las grandes rocas se hicieron presentes.

Un poco mas adelante, en Salomón la quebrada se desbordó sobre la carretera, la planada del fundo Mis Delirios parecía un lago, el tráfico estaba interrumpido, así que decidí regresarme. Al día siguiente regresé y me conseguí con mas de veinticinco derrumbes, algunos pequeños, otros mas grandes, varias quebradas pasaron por encima de la carretera, el derrumbe mas grande estaba en la curva de La Encantada cerca de El Fical.
En treinta y tres años que llevamos recorriendo la vía no recordamos que la naturaleza hubiese actuado con tanta fuerza como en estos días. No sabemos si se trata del abuso constante de los recursos naturales, la tala y la quema indiscriminada, pero causa alarma que estas cosas estén ocurriendo.

No hay comentarios.: