El viernes a mediodía todo parecía normal en San Cristóbal; Los disturbios en la avenida Carabobo ya habían pasado, El saldo: una camioneta y unos cuantos cauchos quemados.
Ya la policial había disuelto la protesta y los estudiantes iban camino a casa; de repente el cielo se obscureció y comenzó a tronar como nunca, la lluvia torrencial se desató sin avisar, cuando menos pensamos vimos caer granizo en medio de la tormenta eléctrica.
Ya la policial había disuelto la protesta y los estudiantes iban camino a casa; de repente el cielo se obscureció y comenzó a tronar como nunca, la lluvia torrencial se desató sin avisar, cuando menos pensamos vimos caer granizo en medio de la tormenta eléctrica.
El fenómeno duró poco, en menos de una hora el cielo estaba despejado y el retumbar de los truenos había quedado en el recuerdo, igual que la camioneta quemada, las piedras de los estudiantes y las bombas lacrimógenas de la policía.
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