En los últimos días le ha dado la vuelta al mundo na imagen ue muestra una silueta en una hoguera que se asemeja a la imagen de un pastor bendiciendo al pueblo. Ciertamente se nos viene a la mente la imagen de Juan Pablo II, quien para nuestra generación es el más universal de los pastores contemporáneos.
Algunos críticos han dicho que se trata de una pareidolia, es decir, un fenómeno psíquico según el cual ante un estímulo externo se percibe lo que e quiere o se necesita ver. Un ejemplote este feómeno es ver ciertas figuras en las nubes o en el humo, otro es escuchar mensajes tocando un disco al revés.
En el caso que nos ocupa se trata de una imagen captada por una cámara digital, durante una vigilia celebrada por los fieles de un pueblo polaco el día 2 de abril de 2.007 cuando conmemoraban los dos años de la muerte del Papa. El joven que tomó la fotografía asegura que la instantánea fue tomada a las 9 y 37 p.m. La hora del deceso del Pontífice.
La iglesia ha tenido el cuidado de no pronunciarse sobre la naturaleza del hecho, pero muchos fieles no dudan de que se trate de un milagro. Lo cierto es que Juan Pablo II dejó una huella muy positiva en el planeta y esta imagen es prueba de que no solo en Polonia, sino en el mundo entero le recordamos como pastor bueno, como líder espiritual y como artífice de la paz en el Siglo XX.
Algunos críticos han dicho que se trata de una pareidolia, es decir, un fenómeno psíquico según el cual ante un estímulo externo se percibe lo que e quiere o se necesita ver. Un ejemplote este feómeno es ver ciertas figuras en las nubes o en el humo, otro es escuchar mensajes tocando un disco al revés.
En el caso que nos ocupa se trata de una imagen captada por una cámara digital, durante una vigilia celebrada por los fieles de un pueblo polaco el día 2 de abril de 2.007 cuando conmemoraban los dos años de la muerte del Papa. El joven que tomó la fotografía asegura que la instantánea fue tomada a las 9 y 37 p.m. La hora del deceso del Pontífice.
La iglesia ha tenido el cuidado de no pronunciarse sobre la naturaleza del hecho, pero muchos fieles no dudan de que se trate de un milagro. Lo cierto es que Juan Pablo II dejó una huella muy positiva en el planeta y esta imagen es prueba de que no solo en Polonia, sino en el mundo entero le recordamos como pastor bueno, como líder espiritual y como artífice de la paz en el Siglo XX.
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