Hoy domingo es buen día para escribir sobre algo que leí recientemente, se trata de una vieja costumbre denominada comensalidad, se trata del rito que se cumple alrededor de la mesa a la hora de tomar los amentos, un rito que está mas arraigado en algunas culturas que en otras, pero que es común a todos los seres humanos y que además es parte de la esencia misma de los seres humanos.
La misa refleja el rito de la última cena de Jesús, en el cual este compartió con sus discípulos su vida humana representada en el pan y el vino, el cuerpo y la sangre, los norteamericanos tienen el día de acción de gracias, en el cual se cena en familia para recordar un momento especial de la historia de ese país, un momento en el cual compartieron un pavo para mitigar el hambre, los italianos no pasan un día sin comer en familia y brindar con sus amigos, los romanos hieieron parte del rito del matrimonio compartir una torta, los japoneses hacen de sus comidas una ceremonia muy especial y asñi vamos viendo como en todos los países es parte de la cultura compartir los alimentos, nada mas ritual que una parrillada para los argentinos. o la elaboración de las allanas en llas navidades Venezolanas-
Pero lamentablemente la vida moderna está echando por la borda esta ancestral costumbre, la prisa, la desintegración de las familias, el trabajo de las mjeres fuera de casa y hasta la adicción a la televisión hacen que cada vez sean menos los momentos compartidos en familia a la hora de las comidas. Es común ver a los niños comiendo frente a un televisor y a los padres frente a otro viendo noticias o simplemente un talk show no apto para menores. Los portaviandas y los restaurantes de fase food han tomado el lugar de la hora del almuerzo y las familias cada vez interactúan menos a consecuencia de ello.
No queremos hacernos eco de esta idea que no es nuestra para lamentarnos del desarrollo de la sociedad, sino para llamar la atención de todos para buscar la forma de mantener en sus familias un mínimo de unión alrededor de la mesa. Recuerdo, por ejemplo, los brunchs de los domingos que preparaba mi padre y `los gumbos de frutos de mar que preparaba mi padre para nuestros amigos cuando se iban a casar, o las frijoles de los jueves santos en Mesa Grande junto a la familia de mi esposa y ellos a su vez no olvidan los sandwches de su tío Luís Vallalta y que decir del cochino enterrado que hacia mi padre los 28 de diciembre en Mesa de Aura para todos sus amigos.
La misa refleja el rito de la última cena de Jesús, en el cual este compartió con sus discípulos su vida humana representada en el pan y el vino, el cuerpo y la sangre, los norteamericanos tienen el día de acción de gracias, en el cual se cena en familia para recordar un momento especial de la historia de ese país, un momento en el cual compartieron un pavo para mitigar el hambre, los italianos no pasan un día sin comer en familia y brindar con sus amigos, los romanos hieieron parte del rito del matrimonio compartir una torta, los japoneses hacen de sus comidas una ceremonia muy especial y asñi vamos viendo como en todos los países es parte de la cultura compartir los alimentos, nada mas ritual que una parrillada para los argentinos. o la elaboración de las allanas en llas navidades Venezolanas-
Pero lamentablemente la vida moderna está echando por la borda esta ancestral costumbre, la prisa, la desintegración de las familias, el trabajo de las mjeres fuera de casa y hasta la adicción a la televisión hacen que cada vez sean menos los momentos compartidos en familia a la hora de las comidas. Es común ver a los niños comiendo frente a un televisor y a los padres frente a otro viendo noticias o simplemente un talk show no apto para menores. Los portaviandas y los restaurantes de fase food han tomado el lugar de la hora del almuerzo y las familias cada vez interactúan menos a consecuencia de ello.
No queremos hacernos eco de esta idea que no es nuestra para lamentarnos del desarrollo de la sociedad, sino para llamar la atención de todos para buscar la forma de mantener en sus familias un mínimo de unión alrededor de la mesa. Recuerdo, por ejemplo, los brunchs de los domingos que preparaba mi padre y `los gumbos de frutos de mar que preparaba mi padre para nuestros amigos cuando se iban a casar, o las frijoles de los jueves santos en Mesa Grande junto a la familia de mi esposa y ellos a su vez no olvidan los sandwches de su tío Luís Vallalta y que decir del cochino enterrado que hacia mi padre los 28 de diciembre en Mesa de Aura para todos sus amigos.
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