Con sorpresa vimos ayer en Buenas Noches como los diarios de hoy titulan que será prohibida la producción, venta y consumo de cigarrillos en Venezuela.
En el territorio nacional se consumen, producen y venden muchas sustancias prohibidas, es el caso del llamado miche callejonero en los Andes Venezolanos, la marihuana y el bazuco en las zonas marginales de todas nuestras ciudades y aun en remotos parajes de nuestros campos y ni hablar de la cocaína que se consume en los mas altos estratos de la sociedad al igual que en los medios y bajos, todo libre de impuesto, sin regulaciones sanitarias y a precios sin regulación.
Sabemos el daño que produce a la salud el vicio del cigarrillo, fui fumador durante mas de una década y con fuerza de voluntad deje de fumar hace ya casi veinte años. Mi padre murió, entre otras causas, por abusar del cigarrillo Celebré el hecho de que el Centro Sambil de San Cristóbal se constituyera en el primer mall comercial libre de humo en San Cristóbal. El poner restricciones al consumo de alcohol y cigarrillos es una necesidad, pero llegar al extremo de prohibirlo es absurdo y contraproducente, pues se pierde todo el control de su comercio y se lleva este vicio a los niveles en que están las demás sustancias prohibidas, las cuales siguen produciéndose, vendiéndose y consumiéndose en el país.
En el territorio nacional se consumen, producen y venden muchas sustancias prohibidas, es el caso del llamado miche callejonero en los Andes Venezolanos, la marihuana y el bazuco en las zonas marginales de todas nuestras ciudades y aun en remotos parajes de nuestros campos y ni hablar de la cocaína que se consume en los mas altos estratos de la sociedad al igual que en los medios y bajos, todo libre de impuesto, sin regulaciones sanitarias y a precios sin regulación.
Sabemos el daño que produce a la salud el vicio del cigarrillo, fui fumador durante mas de una década y con fuerza de voluntad deje de fumar hace ya casi veinte años. Mi padre murió, entre otras causas, por abusar del cigarrillo Celebré el hecho de que el Centro Sambil de San Cristóbal se constituyera en el primer mall comercial libre de humo en San Cristóbal. El poner restricciones al consumo de alcohol y cigarrillos es una necesidad, pero llegar al extremo de prohibirlo es absurdo y contraproducente, pues se pierde todo el control de su comercio y se lleva este vicio a los niveles en que están las demás sustancias prohibidas, las cuales siguen produciéndose, vendiéndose y consumiéndose en el país.
Seria plausible que regulara de alguna manera el consumo de los cigarrillos, extendiendo la prohibición en los sitios públicos, en bares, mercados, unidades de transporte, centros educativos, campos deportivos y otros lugares de alta concurrencia de público. Pero mas importante hacer campañas a nivel de centros educativos en donde se alerte sobre los daños que puede causar el tabaco y otros sustancias a la salud publica.
No sabemos si es cierto que se vaya a llegar a promulgar una Ley que prohiba definitivamente el cigarrillo, pero la verdad es que la medida muestra congruencia con la posición asumida por el gobierno con respecto al etanol y la producción de alimentos, ya que en el país son muchos los recursos que se dedican al cultivo del tabaco.
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