lunes, abril 2

El gran milagro del Siglo XX

La beatificación de Juan Pablo II y la Madre Teresa de Calcuta son solo una parte de una gran historia que ocurrió en el Siglo XX, una historia que comenzó en 1.917 con la visión de tres pequeños pastores quienes en un humilde paraje de Portugal fueron testigos de varias apariciones y tres revelaciones.

La virgen Maria se le apareció en varias oportunidades en Fátima a tres niños y les hizo tres revelaciones, la ultima de las cuales no se llegó a cumplir de la manera en que fue interpretada por muchos. La primera predicción fue una visión del infierno, la segunda se refería a una nueva guerra, la segunda guerra mundial y la tercera a un suceso que se debió producir antes de la muerte de la Hermana Lucia, la tercera de las videntes quien falleció pocos que el Juan Pablo II.

La Tercera profecía fue un misterio durante años, se dijo incluso que causó terror al Papa Pío XII quien decidió mantenerla en secreto durante toda su vida , igual que lo hizo luego Juan XXII y posteriormente Juan Pablo II, quien lo público solo 22 años después de iniciado su papado.

Se sabe que la Virgen le dijo a los pastorcitos que pidiesen al mundo orar para que este infausto suceso, que por lógica seria peor que las dos guerras mundiales, no llegase a ocurrir. En l a revelación María pedía además de la conversión de los hombres un hecho muy especifico: la consagración de Rusia a la Virgen María, es curioso que para aquellos tiempos el primer régimen comunista que conoció la historia apenas estaba en gestación en ese pais.

Según se ha dicho la tercera profecía se cumplió cuando Juan Pablo II logró salvar su vida después del atentado que sufrió en Roma el 13 de mayo 1.981. No quiero contradecir esta interpretación, pero creo que hubo mucho mas que eso en el cumplimiento de la Profecía, un verdadero milagro ocurrió en el mundo en el cual Juan Pablo, sobreviviente del atentado tuvo mucho que ver.

El Texto del tercer misterio o la tercera profecía de Fátima fue publicado en el año 2.000 acompañado de una interpretación del Cardenal Ratzinger, hoy Papa Benedicto XVII, esta es la traducción que encontramos en la web:

«Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un Ángel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el Ángel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz qué es Dios: «algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él» a un Obispo vestido de Blanco «hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre». También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Ángeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los Mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios. Tuy-3-1-1944»

En cuanto a la interpretación se ha dicho lo siguiente:
«En el vía crucis de este siglo, la figura del Papa tiene un papel especial. En su fatigoso subir a la montaña podemos encontrar indicados con seguridad juntos diversos Papas, que empezando por Pío X hasta el Papa actual han compartido los sufrimientos de este siglo y se han esforzado por avanzar entre ellos por el camino que lleva a la cruz».
Enseguida el Comentario, refiriéndose al Papa que en la visión es muerto en el camino de los mártires, se pregunta si no podría ser el Santo Padre que después del atentado del 13 de mayo de 1981 leyó el «secreto» y reconoció que se salvó porque «...fue una mano materna a guiar la trayectoria de la bala y el Papa agonizante se paró en el umbral de la muerte».- Y saca la conclusión de que este episodio «muestra sólo una vez más que no existe un destino inmutable, que la fe y la oración son poderosas, que pueden influir en la historia»
Si bien la interpretación trata de obviar la profecía apocalíptica de una tercera guerra mundial, posiblemente para no crear el pánico o para evitar que haya quien tome posiciones para sacar provecho de la citación, creemos que el verdadero milagro está en que esta pudo ser evitada la gran conflagración mundial por la acción de personas como Juan Pablo II y Teresa de Calcuta, quienes desde distintas posiciones y con distintos métodos trabajaron por un mundo mas justo en el cual los hombres pudiésemos vivir en paz y reconciliados con el mensaje de Jesús.

No conozco las formalidades del proceso de consagración de un país a la Virgen María, pero se con certeza que durante el papado de Juan Pablo II la ideología atea dejó de tener la fortaleza y el poder que tuvo en los inicios de la segunda mitad del siglo XX y las persecuciones religiosas dejaron de tener la vigencia que tuvieron el la época de los regímenes comunistas en Polonia, la Unión Soviética y otros países del oriente de Europa.

La visitas del Papa a muchos países del planeta en el siglo XX hicieron renacer la fe de muchos pueblos y el inminente peligro de una guerra entre oriente y occidente, entre el mundo socialista y el mundo cristiano parecieron haberse disipado, ese para mi ha sido el milagro mas grande de la historia.

No puedo asegurar que la profecía de Fátima se ha cumplido, pero es obvio que el siglo pasado se produjo el gran milagro de evitarse un holocausto nuclear como consecuencia del enfrentamiento entre las dos superpotencias que dominaron entonces, pero no debemos interpretar que obrado el milagro podemos cruzarnos de brazos y dedicarnos a dar gracia a Dios sin poner nuestro grano de arena para lograr que la paz finalmente reine en el mundo, por eso incluyo a la Madre Teresa, porque creo que su obra, basada en la caridad cristiana debe ser tomada como parte integral del milagro, como un hecho de amor generador de fe y de esperanza para toda la humanidad, un ejemplo a seguir en aras de los ideales mas nobles de la especie humana.






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