El hombre que inventó un mundo en el que todos los días eran martes y al cual todos los años llegaban y se iba el circo de los gitanos, pero del cual sus habitantes no podían salir. El mismo que contó la historia del Coronel que toda su vida esperó el telegrama con la noticia de su jubilación y la historia de la abuela desalmada hoy cumplió sus primeros ochenta años. Digo sus primeros, porque cuando se es tan universal como el Gabo se está condenado a vivir para siempre, aunque cuando recibió el premio Nóbel pensó que este era signo de la proximidad de su muerte, se confiesa amigo de Fidel Castro, es ex alumno del Colegio Montessori, amante del vallenato, hijo del mar Caribe, vivió feliz e indocumentado en Caracas y se puso un liquiliqui para recibir el Nóbel. Es la síntesis del hombre latinoamericano. Gabriel García Márquez.
Foto tomada de http://www.revistanumero.com/32nobel.htm
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