Cuando se me dieron los primeros conocimientos sobre religión se me enseñó que Adán y Eva fueron nuestros primeros padres, ellos fueron creados por Dios Padre, quien inicialmente creó a Adán a partir de una figura de barro a la cual le dio la vida a través de un soplo divino y a Eva la creó a partir de una costilla que le sacó a Adán mientras dormía, de esta pareja, según la Escritura descendemos todos los seres humanos. Los hebreos interpretan que si bien Dios creó al hombre, Adán y Eva fueron uno solo y posteriormente les separó por el costado, para los musulmanes Adán fue creado en el Paraíso, no en la tierra, la primera pareja posteriormente fue enviada a la tierra para que Adán se convirtiera en el Califa de nuestro planeta.
Estas historias no enmarcan en la teoría de la evolución, aunque podrían representar figuras para explicar el origen divino de la especie en términos sencillos y entendibles, también puede ser el resultado de las recopilaciones de las tradiciones orales de los pueblos primitivos. Hoy muchas cosas por explicar, las escrituras son defendidas por las iglesias y no cabe duda que contienen una serie de narraciones que con el paso del tiempo parecen confirmarse, mientras que otras parecen quedar descartadas de plano.
Una fuente poco aceptada de la historia de la humanidad es el Libro de Urantia, un libro que apareció a fines del siglo pasado y que se dice que fue dictado por un Consejo de seres extraterrestres a un norteamericano, el libro, entre otras cosas explica los mitos religiosos y su relación con lo que dice es la verdadera jerarquía planetaria, la cual está directamente relacionada con la divinidad.
Sobre Adán y Eva el Libro de Urantia narra una historia semejante en ciertos aspectos con a la del Corán, por supuesto que descrita en forma muy diferente: Adán y la Eva formaron parte del cuerpo decano de Hijos Materiales en Jerusem, la capital de nuestro sistema local; a los dos se les había asignado el mismo número 14.311. Pertenecían a la tercera serie física y medían alrededor de dos metros y medio.
Al ser Adán seleccionado para venir a Urantia, prestaba servicio, con su pareja, en los laboratorios de física de pruebas y ensayos de Jerusem. Llevaban más de quince mil años de directores de la división de aplicación de la energía experimental a la modificación de las formas vivientes. Mucho tiempo antes de esto habían sido maestros en las escuelas de ciudadanía para los recién llegados a Jerusem.
Debo explicar que, como lo habrán notado, Urantia es la tierra, Jerusem es la capital de Satania, nuestro Sistema Local formado por aproximadamente mil planetas. La misión de Adán era enseñar a los habitantes de Urantia a vivir en un sistema representativo con un gobierno único planetario, además de ayudar en la evolución de la especie humana.
Estas historias no enmarcan en la teoría de la evolución, aunque podrían representar figuras para explicar el origen divino de la especie en términos sencillos y entendibles, también puede ser el resultado de las recopilaciones de las tradiciones orales de los pueblos primitivos. Hoy muchas cosas por explicar, las escrituras son defendidas por las iglesias y no cabe duda que contienen una serie de narraciones que con el paso del tiempo parecen confirmarse, mientras que otras parecen quedar descartadas de plano.
Una fuente poco aceptada de la historia de la humanidad es el Libro de Urantia, un libro que apareció a fines del siglo pasado y que se dice que fue dictado por un Consejo de seres extraterrestres a un norteamericano, el libro, entre otras cosas explica los mitos religiosos y su relación con lo que dice es la verdadera jerarquía planetaria, la cual está directamente relacionada con la divinidad.
Sobre Adán y Eva el Libro de Urantia narra una historia semejante en ciertos aspectos con a la del Corán, por supuesto que descrita en forma muy diferente: Adán y la Eva formaron parte del cuerpo decano de Hijos Materiales en Jerusem, la capital de nuestro sistema local; a los dos se les había asignado el mismo número 14.311. Pertenecían a la tercera serie física y medían alrededor de dos metros y medio.
Al ser Adán seleccionado para venir a Urantia, prestaba servicio, con su pareja, en los laboratorios de física de pruebas y ensayos de Jerusem. Llevaban más de quince mil años de directores de la división de aplicación de la energía experimental a la modificación de las formas vivientes. Mucho tiempo antes de esto habían sido maestros en las escuelas de ciudadanía para los recién llegados a Jerusem.
Debo explicar que, como lo habrán notado, Urantia es la tierra, Jerusem es la capital de Satania, nuestro Sistema Local formado por aproximadamente mil planetas. La misión de Adán era enseñar a los habitantes de Urantia a vivir en un sistema representativo con un gobierno único planetario, además de ayudar en la evolución de la especie humana.
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