martes, noviembre 21
Recuerdos.
Hace un par de meses me conseguí a Otto Giorgi, un viejo amigo de mi padre quien me dijo un par de palabras sobre el, comentó que el viejo había disfrutado de la vida, pero que también había compartido el disfrute y que lo eso hacia un hombre extraordinario. El viernes otro amigo, un piloto de avioneta falleció trágicamente tratando de aterrizar en una autopista tras una avería de la nave que tripulaba. Durante el funeral vi una foto de mi amigo y al verla recordé que hace unos cuatro años estando en una reunión familiar le comenté que a mi hijo le fascinaban los aviones, en seguida me preguntó si quería llevarle a dar una vuelta en su avión, en pocos minutos estábamos sobrevolando la ciudad. Juan Cristóbal mi hijo, que para entonces tenia seis años, el nunca olvida que “Poncho” le entregó los mandos para que llevara la pequeña avioneta hasta la pista de Paramillo, ni yo olvido ese acto de cariño y bondad hacia mi hijo y hacia mi . Ese recuerdo me sirvió también para comprender lo que Otto Giorgi me dijo sobre mi padre, quien compartió con el unas cuantas botellas de vino y con sus hijos aventuras y bromas en la finca del páramo. Casualmente por los días del accidente de Poncho mi padre estaba cumpliendo nueve años de haber partido.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
Muchas gracias amigo por tu visita y tus palabras.
Siento lo de tu amigo piloto.
Un abrazo afectuoso
Publicar un comentario