FOSILES VIVIENTES

Una vez el planeta tierra estuvo cubierto de helechos arborescentes, se cree que hace 345 millones de años estos fósiles prehistóricos sirvieron de alimento a los anámales, aunque su existencia es anterior incluso a la de los dinosaurios. Se han estudiado más de setecientas especies de ellos. Crecen hasta los ocho metros de altura, tienen un falso tallo, que en realidad es parte de la raíz, sobre la cual crecen majestuosas como un paraguas sus frondas de color verde claro. En la evolución de las plantes le siguen en orden de antiguedad las gimnospermas, dentro de las cuales se encuentran las confieras y las cycas y finalmente aparecieron las angiospermas, caracterizadas por tener flores como aparato reproductivo. El hábitat natural de los helechos arborescentes son los bosques húmedos. En Sur América se conocen especies desde la patagonia hasta los Andes Venezolanos. Este fin de semana tuve la inolvidable experiencia de llevar a mis hijos a conocer estas plantas, las cuales pudimos ver a orillas de la carretera que del Páramo el Zumbador conduce hasta la población de Queniquea en el Estado Táchira. Tenía cerca de veinte años de no pasar por esa vía y temía que el depredador número uno del planeta hubiese acabado con los escasos especimenes que quedan. Afortunadamente el trabajo de la Guardia Nacional aunado la escasa utilidad económica de estas plantas hacen que sobrevivan en su hábitat natural.