martes, mayo 31
¿PELAR A LOS NIÑOS?
Pegarle a los hijos siempre ha sido algo que no ha tenido para mi ningún sentido. Mis padres utilizaron con nosotros el castigo corporal sin excesos. Recuerdo una o dos pelas que me diera mi padre y unos cuantos chancletazos de mi madre. No reprocho ese castigo del que fui victima; Sin embargo, nunca he podido pegarle a mis hijos y creo que nunca podré hacerlo. Juan Cristóbal, el mayor ya está en los ocho años y medio y María Camila en los tres y medio y nunca he sido capaz de pegarles. Esta reflexión la hago porque hoy precisamente escuché decir a mi madre que mi abuela paterna decía que a los hijos no debe pegárseles con la mano, pues se corre el peligro de que devuelvan el golpe, con lo que quería decir que había que utilizar algún objeto para hacerlo, esto se lo he oído decir a mi madre desde que yo era pequeño, yo siempre pensé que eso es poco menos que un acto de barbarie. Utilizar una correa, que hace en este caso de sustituto del látigo, para castigar a un niño no puede ser un acto civilizado, como tampoco lo puede ser hacerlo con el puño o con la palma de la mano. De hecho las leyes castigan el maltrato a menores; Sin embargo, socialmente sigue siendo tolerado este tipo de castigo lo cual personalmente repruebo. Como anécdota, mi madre, cuando nos portábamos mal, nos perseguía chancleta en mano y diciendo “gallina de casa no se agarra corriendo”, aunque normalmente no llegaba a pegarnos y un tío de mi esposa pedía “la corbata que pegue más duro” para pelar a los muchachos.VISITE TAMBIEN HUELLA DIGITAL
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2 comentarios:
EStoy de acuerdo contigo. No me gusta ese tipo de castigo para los niños, es una agresión con ventaja.
Hay otras formas de castigar que pueden aleccionar mas.
Las felicito a ambas, ya sosmos tres. Pegarle a un niño es un acto de cobardia y de falta de control.
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