El regreso de La Nona

Durante casi treinta años me dediqué a la industria de alimentos en una envasadora de mermeladas y otros productos tales como cha,piñones, encurtidos y salsas. Mantener esa industria aunque pequeña no fue cosa fácil, en el país los insumos no siempre se consiguen, debimos competir con grandes industrias con acceso a importación directa y con redes de mercado muy bien estructuradas; sin embargo subsistimos hasta que la situación del país nos hizo hacer una pausa, quizá para repensar las cosas y tomar un nuevo aliento.

2.017 se nos presenta con una nueva perspectiva, en el ínterin  abrímos un Restaurant, manteniendo nuestra inquietud por la gastronomía, el experimento no ha sido fácil, pero ha sido exitoso. Me ha hecho recordar a mi padre, quien después de casi cuarenta años dedicado al cultivo de rubros de consumo masivo, tales como maiz, caña de azúcar, sorgo, ajonjolí  y otros de ese mismo estilo decidió sublimar su actividad y comenzó a sembrar flores y a cultivar plantas ornamentales pensando en un retiro romántico y lleno de solaz, pero su inquietud de agricultor e ingeniero agrónomo le hizo mantenerse en niveles de trabajo tan arduos o más que los que había tenido antes.

Las salsas que acompañan nuestros platos, los aderezos de las ensaladas, los productos que se sirven en la mesa san para mí como lo fueron las flores para mi padre. Ahora con estas experiencias queremos rediseñar a Conservas La Nona para ofrecer a los consumidores productos de calidad que puedan ser llevados a las mesas de nuestros clientes a sabiendas de que estarán consumiendo lo mejor. Sabemos que la tarea no será fácil y que habrá que invertir mucho tiempo y dinero. Contamos con un equip humano de primera y en función de ellos y de nuestros consumidores pensamos desarrollar nuestra misión.