Palabras proscritas en Venezuela.

Poner: hay la creencia que las únicas que pueden poner son las gallinas, las meretrices o los tipos a los liberales que en una época eran  llamados locas, así que cuando alguien aquí en los Andes  se molesta no dicen que se puso bravo sino que se colocó bravo. 

Coger: está palabra esta prohibida porque la identifican con el acto sexual. La gente evita  decir por ejemplo que va a coger una pelota que le lanzaron y prefieren  decir  que la van a agarrar o a parar. Tampoco se dice que al torero lo cogió un toro, eso seria una monstruosidad y una especie de zoofilia  inversa, entonces dicen fue corneado. En cuanto al juego de béisbol se sigue evitando decir la palabra en cuestión. Esto no obsta para que haya  gente que le diga  Home Run a las muchachas cuando son muy feas, pues la traducción  de Home Run no debía ser imparable sino incogible.

PERDIDA: Otra palabra suprimida del léxico popular es perdida, pues cuando algún tipo vota las plumas con mucha frecuencia dicen que ea una loca perdida, así que la gente prefiere usar la palabra extraviada para evitar confusiones. Un amigo que perdió la placa de su vehículo  mandó a hacer un facsímil y en lugar de colocar el típico pérdida mandó a escribirle extraviada. 

Bolas: bola puede ser cualquier objeto esférico, pero el pudor lleva a usar en su lugar la palabra pelota, así por ejemplo hablan de una pelota de nieve o una pelota de hilo o una pelota de chimó. Sin embargo el que se desinhibe le echa bolas, no le para bolas y goza una bola diciendo la palabra bola.

Vaina: curiosamente está palabra está suprimida del léxico de quienes pretenden ser cultos y educados, posiblemente por que evoca el miembro viril. Sin embargo. no está mal comer vainitas, que no son pipis pequeños, sino una especie de habichuelas verdes. Tampoco está mal envainar a la espada pero si es muy feo que tu mujer te evaine, mientras tanto  las acacias quizá son los únicos seres de la creación con licencia para echar  vaina y por eso son llamadas también el árbol del matrimonio, pues comienza echando flores y termina echando vainas.