miércoles, diciembre 30

Se acaba el mundo.

Durante los últimos años han sido muchas las informaciones que han insinuado que el fin de los tiempos se aproxima. Las fuentes son múltiples: jeroglíficos egipcios, códigos encriptados en la Biblia y por supuesto las famosas profecías de los Mayas, estas últimas, dicen los intérpretes dan como fecha el 21 de diciembre de 2.012 a las once y once minutos de la mañana, hora de México supongo.

De ser cierto esto en el momento de escribir esta nota, es decir el 30 de diciembre de 2009 a la una y treinta y tres minutos faltarían solo dos años, once meses, veinte días siete minutos u tres segundos para el día del gran evento, el cual según los astrónomos se producirá una alineación de la tierra, el sol y el centro de la galaxia, lo cual traerá como consecuencia la inversión del campo magnético de los polos y una desviación del varios grados en el eje de la tierra lo que producirá grandes cataclismos.

Ninguna institución científica que se repute seria ha confirmado que estos sucesos puedan realmente llegar a ocurrir, de hecho alineaciones de astros del tipo que se predicen para la fecha han ocurrido varias veces, sin que haya ocurrido nada que ocasione catástrofes de ningún tipo. Tampoco las instituciones religiosas o los grupos místicos han logrado convencer a nadie sobre la inminente llegada del final de los tiempos.

El escepticismo es la regla, pero esto no ha sido impedimento para que la televisión, el cine y los medios en general exploten el tema para ganar réditos. Yo no podría aportar ningún argumento científicamente válido para asegurar que la fecha 21 de diciembre de 2012 sea la del fin de nuestra civilización, tampoco para negarlo, pero algo me dice que no será así.

Lo que sí parece evidente es que estamos destruyendo al planeta aceleradamente, que la convivencia pacífica de los seres humanos todavía es una quimera y que seguimos expuestos a los designios de la naturaleza y a la cordura de unos pocos que manejan al planeta. Solo Dios sabe lo que nos espera, pero por ahora mis mejores deseos para el 2.010

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