viernes, febrero 6

Cambiar o extinguirse.

Un poco en la onda apocalíptica del anterior post, pero con bases mas realistas y menos esotéricas viene a mi mente la prédica de Fray Leonardo Boff de cuyos artículos soy asiduo lector y los cuales comento en este blog con cierta frecuencia, Boff tiene la sabiduría de sus años de estudio sistemático de la sociedad y del medioambiente y sus conocimientos le han hecho mandar al mundo una alarma general que avisa sobre la posibilidad de destrucción del hábitat de los seres humanos como producto de un error en la concepción de la sociedad por parte de quienes están a cargo de dirigir los destinos de esta.

El error no es de ayer, viene quizá desde los orígenes de la sociedad misma, se produce en el momento en el que la dominación de el hombre por el hombre pasa a ser parte de estructura de la vida en comunidad, esto es producto de la ambición humana, del deseo de tener mas, de vivir lo mas cómodamente posible sin importar a que costo. Así no medimos las consecuencias de la contaminación y la destrucción del medio amiente, tampoco medimos el efecto de las desigualdades sociales, de la pobreza y la ignorancia de muchos de nuestros semejantes.

Hemos construido un sistema perfecto, pero perfecto para destruir la vida humana sobre la tierra, pues si algo está quedando claro es que la tierra misma no será destruida por nosotros, pero si seguimos viviendo como lo hemos hecho hasta ahora terminaremos por hacerla no apta para nuestra existencia y esto no es algo que amenace por producirse en el próximo milenio, sino que de no tomarse las medidas urgentes que se necesitan podría producirse en el curso de este siglo y mucho antes de lo que penamos.

La única esperanza de una solución rápida para el problema es que pasemos a tomar acciones radicales para cambiar toda la estructura de a sociedad comenzando por poner la moral y los valores por encima de la economía y el ansia de poder. Lamentablemente aquí caigo yo en el pesimismo y pienso que esto solo va a ser posible después de un periodo de mucho sufrimiento para la humanidad. Una guerra mundial. Una catástrofe natural de dimensiones globales, una hambruna mundial y lo que es mas probable la combinación de todas estas posibilidades en una gran crisis que lleve a cambiar definitivamente la actual concepción de civilización.

Cuando los profetas hablan de un tirano que dominará el mundo están simplemente considerando una posibilidad no muy descabellada que puede llegar a ocurrir como consecuencia necesaria de una crisis inevitable y previsible desde hace cientos y hasta miles de años y que tiene fundamento en el egoísmo y en la indolencia. Esas profecías no son producto de magia o poderes sobrenaturales, son simplemente producto de mentes cultivadas, de visionarios, personas capaces de prever lo que podía pasar en un planeta superpoblado y dominado por seres sin conciencia de los errores sociales que se repiten sistemáticamente.

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