No sabemos si simplemente “il navigatore genovese” al mando de la expedición de las tres carabelas que tocaron tierra en el nuevo mundo aquel célebre 12 de octubre de 1492 estaba simplemente alucinando por efecto del hambre, pero es cierto que en su diario aparece una referencia a ula luz que vió en el cielo un día antes, es decir el 11 de octubre. Para la época nadie hablaba de ovnis, la moda eran los dragones y los fantasmas, aunque tampoco podia hablarse abiertamente de ello por un pequeño detalle: El Santo Oficio de la Inquisición.
Como sea Colón estaba en esos días pasando el hambre hereje y veía mas cerca a la muerte que a la gloria. No sabemos si para la época ya los italianos comían espaguetis, pero il navegatore seguro soñaba en ese momento con un buen plato de cualquier cosa comestible antes que con platillos voladores, pero en su diario quedó la nota de las extrañas luces que hoy hacen especular a ufólogos y otras hierbas sobre un encuentro cercano de algún tipo.
Colón con lo que descubriría al día siguiente no necesitaba de historias tan rebuscadas como esa de la visita de extraterrestres o de el viaje en el tiempo de seres del futuro para presenciar su hazaña, como sugieren algunos fanáticos de esos cuentos.
Realmente Colón no sabía que en nombre de la Corona Española y de las de otros pueblos europeos se desataría el peor genocidio de la historia, genocidio que se haría en nombre de Dios para erradicar las herejias de los “salvajes”; que habitaban en estas tierras de gracia. Nada tenía que ver el oro ni la ambición de poder.
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