Tengo la edad para hacer este comentario que podría sonar despectivo, pero que realmente no lo es. Las personas que nos gobiernan tienen una formación incompleta que no llega ni a los tobillos de quienes regirían nuestros destinos en un par de décadas. Las razones son múltiples, pero dos hacen suficiente peso para poder hacer esa afirmación. La primera es que la educación se ha masificado a través de los medios de comunicación, los programas de mejoramiento profesional y la masificación del acceso a los estudios de post grado y la segunda, quizá la mas polémica es que los intereses de la generación en el poder eran otros.
La paz y el amor, el rock y las sustancias estimulantes formaron parte de la juventud de la generación que hoy está al mando. Bill Clinton confesó haber sido consumidor de Marihuna, Hugo Chávez dice haber usado un peinado estilo afro en su adolescencia, Tony Blair fue cantante de una banda de rock en la cual imitaba nada menos que Mike Yagger, Alvaro Uribe siendo alcalde de Medellín despachaba en jeans y ni hablar de Evo Morales que es líder de los productores de coca en Bolivia. De Cristina Kirtschner y Michel Bachellet sabemos poco, pero si ahondamos posiblemente nos encontramos con un back ground semejante. No queremos decir que eso sea malo, ni que ellos no cursaron estudios de postgrado, lo cual es probable, ni que su formación sea deficiente, solamente es diferente a la que tiene la generación de relevo.
Los estudios de gerencia, los diplomados en todas las áreas, la informática y las nuevas herramientas educativas y de información hacen que podamos sospechar que esos jóvenes que hoy están comenzando a tomar la batuta puedan hacer una labor más consistente. El peligro es que los valores sean puestos e segundo plano y que quienes pregonen los viejos slogan de la paz y el amor sean tomdos por come flores con un pensamiento obsoleto. Esperamos que la generación gobernante también sepa dar paso al relevo y que no caigamos en la triste experiencia de la Venezuela prechavista dominada por una gerontocracia encabezada por los viejos líderes que se negaron dar paso a sus delfines.
La paz y el amor, el rock y las sustancias estimulantes formaron parte de la juventud de la generación que hoy está al mando. Bill Clinton confesó haber sido consumidor de Marihuna, Hugo Chávez dice haber usado un peinado estilo afro en su adolescencia, Tony Blair fue cantante de una banda de rock en la cual imitaba nada menos que Mike Yagger, Alvaro Uribe siendo alcalde de Medellín despachaba en jeans y ni hablar de Evo Morales que es líder de los productores de coca en Bolivia. De Cristina Kirtschner y Michel Bachellet sabemos poco, pero si ahondamos posiblemente nos encontramos con un back ground semejante. No queremos decir que eso sea malo, ni que ellos no cursaron estudios de postgrado, lo cual es probable, ni que su formación sea deficiente, solamente es diferente a la que tiene la generación de relevo.
Los estudios de gerencia, los diplomados en todas las áreas, la informática y las nuevas herramientas educativas y de información hacen que podamos sospechar que esos jóvenes que hoy están comenzando a tomar la batuta puedan hacer una labor más consistente. El peligro es que los valores sean puestos e segundo plano y que quienes pregonen los viejos slogan de la paz y el amor sean tomdos por come flores con un pensamiento obsoleto. Esperamos que la generación gobernante también sepa dar paso al relevo y que no caigamos en la triste experiencia de la Venezuela prechavista dominada por una gerontocracia encabezada por los viejos líderes que se negaron dar paso a sus delfines.
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