jueves, diciembre 15

Se me olvidó decirles: ¡Quedaron Divinas!

Y les debía la reseña de las hallacas, ese rico manjar que preparamos año tras año para recibir al Niño Jesús. Dicen que su origen es precolombino, es una especie de tamal, esto es un pastel de harina de maíz condimentado con grasa de cerdo y color onoto, relleno de un guiso de carne de cerdo, gallina, alcaparras, cebolla y pimentón y envuelto en hojas de plátano especialmente preparadas para la ocasión.. Se parecen mucho a los tamales mexicanos o a los que se preparan en casi todos los países andinos o a los nacatamales nicaragüenses, solo que en Venezuela les agregamos vegetales encurtidos en vinagre, pimentón, ajo, cebolla, ajo porro, ají dulce y uvas pasas, almendras, aceitunas y en algunos casos ciruelas pasas y hasta huevos duros.
El evento tuvo lugar el domingo pasado y estuvo remojado por unos pocos tragos de escocés. Muy temprano en la mañana se montó el guiso y se procedió a aliñar la masa. A medio día estaba ya listo el guiso y junto con los niños comenzó la ceremonia de la fabricación propiamente del plato. Juan Cristóbal y Maria Camila hicieron y aplastaron las bolitas de masa, mi mamá les puso el guiso, yo los adornos, en este caso pimentón amarillo encurtido elaborado en nuestra pequeña fabrica Conservas La Nona, ciruelas y unas pasa, aceitunas rellenas con anchoas y merey en sustitución de las almendras,ajo, ciruelas, onoto y otras cuantas cosas, Marina armó las hallacas y Mariangel las amarró.
EL costo estuvo cerca de los cien mil bolívares o sea un poco mas de mil bolívares por unidad si no contamos los bollitos, pero nos quedaron muy buenas. Se amarraron en total setenta y tres hallacas y cuarenta bollitos.
Los bollitos se hacen con la masa que sobra revuelta con el jugo del guiso y las pasitas y almendras picadas, todo revuelto y aliñado con papelón o panela rayada, la idea es que estos sean servidos al desayuno.
Nuestras hallacas no llevaron huevo, pues este se oxida en el caso de congelarlas, que fue lo que hicimos.
Las hallacas duran mucho tiempo congeladas. El catire Juan José Quintero cuenta que en una oportunidad su hermana Mercedes le invitó a comer hallacas y les sirvió unas que había hecho Chava, la mamá de ellos antes de morir. Habían transcurrido ya varios años.
La hallaca es pues un símbolo de nación, de familia, de fiesta y de navidad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me dió hambre ;-) Saludos y ¡Buen provecho!

Anónimo dijo...

de corazón con vosotros haciendo la masa y las bolitas con los caraitos! Desde Barcelona......Besos!

Anónimo dijo...

Epa José Luis te respondo tarde a tu petición de comentarios sobre tus escritos espirituales, ve a mi blog y lee mi último post (el de hoy). Es tiempo de pensar en temas espirituales, de pensar en Dios en el Niño Dios.
Te deseo uan Feliz NAvidad junto a tu familia, y todo lo mejor para el año que viene.
Carlos