sábado, agosto 20
Experiencia religiosa
De nuevo entre las queridas montañas del Valle de Santiago, así se llama el lugar donde está San Cristóbal esta ciudad que después de pasar casi dos semanas fuera de ellas encuentro tranquila y bella, con su fresco clima,su mezcla de viejas casonas, modernos edificios, calles empinadas y amplias avenidas llenas de vegetación.
Tengo mucho que contarles de mi viaje, mas de 2500 kilómetros de carretera, nuestro destino final la Isla de Margarita. Pero hoy voy a hablarles solo de una experiencia enriquecedora, de un encuentro místico en el estado Anzoategui. Nuestra experiencia ocurrió de regreso de las vacaciones, el día trece de agosto, después de una confortable noche en el hotel Oasis, ubicado en Jose, escrito así sin tilde y pronunciado sin el asento en la e. Jose es zona de refinerías y de desarrollo petroquímico, muy cerca de Barcelona. Desayunamos después de levantarnos un poco tarde y recorrer las instalaciones del hotel. Salimos vía Caracas y vimos el imponente templete del Cristo de Jose. Yo había pasado por allí una docena de veces y siempre había querido entrar, así que teniendo tiempo, pues íbamos a dormir en Caracas nos paramos en el sitio. Mariangel se percató de que se estaba iniciando una misa, siendo domingo nos quedamos a oírla. Fue una misa concelebrada por dos sacerdotes y tuvo la particularidad de tener como invitados a los niños cantores de Juan Griego, quienes interpretaron los cánticos propios de la celebración y además cantaron la Oda a la Alegría a la hora de la comunión.
La imagen del Cristo es particularmente bonita, a pesar de que presenta la poco com�n imagen de un Jesús robusto en la cruz de madera, al las espaldas del señor se puede ver a lo lejos el Mar Caribe. Fue realmente hermoso ver a mis dos pequeños hijos sentados en el piso escuchando las escrituras, las oraciones de los fieles y los cánticos interpretados magistralmente por el coro infantil de Juan Griego. De verdad fue enriquecedor para el espíritu aparte de haber cumplido con el precepto dominical y conocer esta imagen venerada en Azoategui como Santo Patrono. Así nos despedimos de la costa y del mar que fué nuestro huesped en las vacaciones. Dos días mas tarde el 15 fue el día de la Virgen de la Consolación de Táriba, no pudimos estar presentes pues estábamos en carretera, pero sabemos que nos acompañaba junto a su hijo.
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