Con preocupación he observado como se han iniciado las quemas de vegetación en esta zona del país. Con tristeza vi ayer, por ejemplo, como salían tres columnas humo del bosque de pinos que rodea el Seminario Diocesano de Palmira aquí en el Estado Táchira. También ha visto como los agricultores y ganaderos para librarse de las malezas deciden quemar sus campos, esperando los retoños que surjan de nuevo con las lluvias, peor aún los encargados de la limpieza de zonas verdes parecen hacer lo propio para bajar los costos de mano de obra y seguramente cobrar sus contratos como si nada. No solo se contamina el ambiente sino que se empobrecen los suelos y se aumenta el tremendo calor que nos azota en estos días, por eso les recomiendo tomar las previsiones del caso en esta temporada de vacaciones y evitar dejar fogatas prendidas, botar colillas de cigarrillos y sobre todo sembrar conciencia en los demás temporaditsas.
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