martes, marzo 25

El Padre Restrepo

Hace unos veinte años mi padre nos invitó a Borotá  a visitar a un amigo, antes de llegar se paró en una bodeguita a comprar cigarrillos y cuando estaba por entrar un niñito lo vio y le pidió la bendición, eso nos extrañó, pero no le dimos mucha importancia, luego pasaron dos niñas y ambas le miraron, se sonrieron y juntando las manos dijeron en coro "- Bendición." Mi madre sorprendida le  " -las conoces?" La cosa comenzaba a preocuparnos a todos, más adelante  fue una joven bastante atractiva la que le saludó con mucha familiaridad, al entrar a la bodega un coro de niños también pidieron la bendición a mi padre. Sin esperar se dirigió al bodeguero quien le saludó con familiaridad y le preguntó si era costumbre de los nińos de Borotá pedirle la bendición a las personas mayores. El señor le respondió con una pregunta: "- ¿Acaso Usted no es el padre Restrepo?" A lo que mi padre respondió:" -soy Restrepo, pero no padre." El padre Carlos Restrepo era el párroco del pueblo y tenía un parecido increíble con mi papá. Fuimos a conocerle, era un poco más bajo que mi padre, pero las facciones eran casi idénticas, hablaron por horas y no pudieron identificar ningún pariente común, ambos eran de origen antioqueño y más o menos contemporáneos. El curita fue unos días después a visitarnos en nuestra casa, a los pocos años supimos de su muerte en la ciudad de Colón a donde se había ido a vivir tras ser diagnosticado de cáncer. 

No hay comentarios.: