El tercer anticristo es la tercera guerra mundial

Estamos viviendo tiempos de crisis que parecen no dar solución a las causas que podrían desencadenar serias catástrofes que pondrían poner en peligro a la humanidad.

No me refiero a los desastres naturales causados por el abuso de los recursos naturales, ni a un evento catastrófico causado por la colisión de un meteorito, la explosión de un mega volcán o un terremoto seguido de un gigantesco tsunami, pienso que la catástrofe se viene gestando dentro de la misma humanidad.

Se ha hablado del anti Cristo como una criatura amorfa, capaz de causar los peores males a la humanidad. Creo que ese ser de odio vive dentro de nuestro mundo y no es otro que el odio entre los hombres que alcanza su mayor expresión en la guerra.

El final de los tiempos podría fácilmente desencadenaras a través de la guerra de las guerras. El daño a la naturaleza, el cambio climático y la injusticia social fácilmente pueden ser germen de la conflagración universal que acabe con la actual civilización.

El atentado a las Torres Genelas, las guerras de Irak y Afganistán, el conflicto del Medio Oriente no son más que tímidas muestras de lo que podría ser una guerra mundial.

La escasez de alimentos, el colapso de la economía y las ansias de dominación podrían ser el detonante de una explosión social de magnitud mundial que produciría a su vez una reacción violenta de los sectores mas poderosos de la humanidad, esto sería el germen de la gran guerra que mezclaría el componente social con el político y el religioso.

El desenlace no podría ser sino uno: la destrucción. Sobrevirán solo los que sepan mantenerse neutrales. La humanidad cambiaría por siempre, las armas serán reconocidas como instrumentos del mal, el odio manifestado en el racismo y el antagonismo religioso serán por fin sustituidos por la solidaridad y el entendimiento entre los seres humanos, las riquezas serán mal vistas y por fin se entenderá el mensaje de Cristo.

El tercer anticristo no es otro que la tercera guerra mundial, los signos de nuestros tiempos nos conducen hasta allá, tarde o temprano llegaremos a ese punto, solo después de la tempestad llegará la calma.

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