domingo, diciembre 30

Libertad, humildad y tiranía.

La superioridad moral es un concepto egoísta contraproducente. El hecho de ser cristiano, socialista, libre pensador, social demócrata o liberal no da a nadie una patente de corzo para actuar contra quienes piensen distinto. La clave para superar este mal, creerse dueño de la verdad y luchar para imponerla por la razón o por la fuerza, está en la humildad. El peligro de llevar las ideologías a la tiranía siempre estará latente mientras no seamos concientes de que somos humanos, imperfectos y que estamos permanentemente expuestos a equivocarnos.

Valores como la libertad son importantes y sería n error pensar que no debamos luchar por ella, ero siempre debemos buscar alcanzarla a través de medios pacíficos, recordando siempre las palabras pronunciada por Madame Roland antes de morir en la guillotina: Oh, libertad ¡cuantos crímenes se cometen en tu nombre!

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