La preocupación por lo que pueda suceder en 2.012 ha aumentado después de que se proyectó la película que lleva el nombre del año señalado por las profecías de los mayas sobre el fin de los tiempos.
Independientemente de creamos o no en la profecía nos preocupa la repercusión que está teniendo entre los jóvenes y los niños. Hace poco un joven de apenas quince años le dijo a sus padres, una pareja de amigos nuestros que quería iniciar una empresa propia porque no quería que llegara el 2.012 sin haber hecho algo por su propia cuenta.
Mas lejos fue el hijo de otros amigos, quien expresó su preocupación por la llegada del día final el 23 de diciembre de 2.012, “-apenas tienes once años para estar preocupándote por eso” le dijo su mamá en tono de burla, a lo que el niño respondió con cara de angustia: “-precisamente, mamá es que no quiero morirme virgen”
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