El terrremoto de Chile predicho por Boriska.

Llevo años estudiando las predicciones que se publican por diversos medios y la verdad es que solo he conseguido darme cuenta que la mayoría de ellas son publicadas por cazadores de incautos que buscan notoriedad y fortuna. Sin embargo no dejan de haber cosas que me llaman la atención.

El pronóstico de una aurora boreal antes del inicio de la guerra mundial hecho por las videntes de Fátima es una de ellas, las psicografías de Benjamín Solari adentrando el viaje a la luna, la dictadura de Fidel Castro y la muerte de Mussolini, también impresionan, pero en ambos casos hay profecías que hablan de fechas que ya han llegado y que nunca se cumplieron.

Boriska es un niño ruso, en realidad ya debe estar entrado en la adolescencia que ha sorprendido con varias predicciones, entre las que cuentan la muerte de los marinos del su marino nuclear ruso y el ataque mortal a una escuela en su país. Lo traigo a colación porque este joven predijo un terremoto de gran magnitud en Chile para el año 2.009, como parte de dos grandes catástrofes que se habrían de producir ese año en el planeta.

Como sabemos, estamos en el 2.010 y hasta el nuevo año chino ha comenzado y las predicciones del rusito eran para el 2.009 y si no me equivoco la de Chile la predijo para octubre de ese año. Chile está por demás en una zona sísmica, así que predecir un terremoto allí es como predecir un golpe de estado en Bolivia, al menos antes de que llegara Evo Morales.

Solari Parravicini predijo para 2.002 el fin de los tiempos y la llegada de seres extraterrestres a nuestro planeta, si alguna de estas cosas ocurrió estábamos muy distraídos. Los interpretes del Calendario Maya fijan la fecha culminante de nuestra civilización para el 23 de diciembre de 2.012 y hasta dan la hora.

En el 1900, el 1986 y 2000 muchos predijeron el fin del mundo y hasta hubo quienes se suicidaron siguiendo supuestas instrucciones de seres más evolucionados. La verdad es que me gustaría creer que se puede conocer el futuro , pero parece que la cosa no es tan fácil. Nos queda orar por las victimas y porque no nos toque a nosotros ninguna catástrofe.