Este año los restos de Don Bosco fueron traídos a Venezuela en un viaje por el mundo entero. Una urna con la imagen de nuestro querido San Juan Bosco da la vuelta al mundo preparándonos para el bicentenario de su nacimiento. Grande ha sido su obra, como grande son sus milagros. Dios nos dio el privilegio de ser testigos de uno de ellos esta semana..
El pasado martes, se iniciaron en Coro, las misas por el alma de José Ángel, el hermano de mi esposa, fallecido en un trágico accidente, estuvimos presentes junto con una representación de toda la familia, incluidas todas sus hermanas y por supuesto sus hijos José Ángel y José Andrés, la misa fue concelebrada, pues estaban recibiendo a un nuevo párroco, un joven sacerdote de origen polaco.

Lamentablemente no recuerdo el nombre del sacerdote, ni he podido ubicarlo en la red, para contarle como sus palabras llegaron a nuestros corazones. Sí le saludé después de la misa y le conté que soy ex alumno del Liceo San José de Los Teques. Pero no salieron en ese momento las palabras para decirle que Dios había hablado a través de él para llevar consuelo a quienes acababan de sufrir tan enorme pérdida.
1 comentario:
Muy interesante
Me agrada tu blog
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