Hoy, aún en plena sequía he visto ya varios apamates en flor, el primero de ellos frente al cuartel de bomberos aquí en San Cristobal, no se imaginan la alegría que el frondoso árbol cubierto de flores rosadas me causó y mayor fue la alegría al ver tres pequeños árboles mas adelante mostrando tímidamente sus primeras flores del año.
Esperamos que este augurio se materialice en unas buenas lluvias que rieguen nuestros campos, ahora azotados por la sequía atribuida al fenómeno del niño y que las presas de las hidroeléctricas suban sus niveles para ver terminado el ya preocupante racionamiento de energía que venimos sufriendo.
José Luis Restrepo G.
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